Ben Affleck estrena este viernes su nueva película, 'Argo'. El filme cuenta el rocambolesco rescate en 1980 en Irán por parte de un
agente de la CIA que se hace pasar por un equipo de rodaje de una cinta
de ciencia ficción.
Guionista, ganador de un Oscar a medias con su amigo Matt Damon por 'El indomable Will Hunting',
actor más de veinte veces nominado a los mejores premios y director más
que brillante de otros dos largometrajes, el californiano Ben Affleck estrena este viernes su nueva película, Argo, que no pudo rodar en Irán.
"El Gobierno de EE UU, que no me puso ninguna pega para rodar la película, me quitó de la cabeza la idea de ir a Teherán,
como yo quería, porque parecía más peligroso ir ahora que cuando
ocurrió la crisis de los rehenes, me dijeron que estaba loco", explica
el director en una entrevista realizada en San Sebastián.
La película, cuenta el
rocambolesco rescate en 1980 por parte de un agente de la CIA, Antonio
("Tony") Méndez, de seis funcionarios de la embajada estadounidense en
Teherán durante la crisis de los rehenes haciéndolos pasar, de la noche a
la mañana, por un equipo de rodaje canadiense de una cinta de ciencia ficción al estilo Star Wars.
Para hacer creíble el plan, Méndez se alía con el ganador de un Oscar por el maquillaje de 'El planeta de los simios',
John Chambers (John Goodman) y con el productor Lester Siegel (Alan
Arkin) y montan una compañía falsa que publicita, a bombo y platillo, el próximo rodaje de Argo, nombre también del falso film.
Respondiendo en español y ya sin el corte de pelo "estilo Kurt Russell en 'Rescate en Nueva York (1981)'", según su propia definición, que luce en la película, Affleck ofreció esta entrevista con motivo de la presentación de Argo fuera de concurso en la 60 edición del Zinemaldia, el pasado mes de septiembre.
Affleck se guardó para sí el papel protagonista, al
que remeda con una barba y unas gafas que le permiten "esconderse", y
que, curiosamente, es el que menos se parece al personaje real, ya que
los rehenes (cuyas imágenes se conocen al final de la película) son
sorprendentemente parecidos. "Mi imagen cambió un poco, Tony Méndez era
bajito y tenía bigote y yo soy alto y me dejé barba... pero el resto del
reparto funcionó muy bien".
Pero Affleck, como hizo en su segunda película, 'The Town. Ciudad de ladrones',
además de actuar, dirige. Y como director, afirma Alan Arkin, "es uno
de los mejores, sabe todo de su trabajo, se ocupa de todos los detalles.
En Argo no hay un sólo error. No parece su tercera película,
sino la veinte", dijo el veterano actor, ganador (de verdad) de un Oscar
por 'Pequeña Miss Sunshine'.
"No creas nada de lo que dice Arkin", sigue bromeando Affleck, que mantiene ese mismo tono de humor irónico,
no solo en la entrevista, sino también en la película, a la que carga
de una salva de dardos certeros, pero muy divertidos, contra la
industria hollywoodiense.
"Me encanta de la película que, aunque se critica a Hollywood,
es solo en parte. Lo hago con cariño, es un guiño que creo que refleja
lo que mucha gente piensa (de Hollywood), por una parte lo absurdas que son las celebrities, pero también les encantan sus películas así que son las dos cosas a la vez, y ahí estoy yo también".
El director, que debutó en 2007 con 'Adiós, pequeña, adiós' asegura que lo pasó "muy bien" haciendo Argo
aunque "notaba" que era su tercera película "porque tenía miedo de
muchas cosas, pero a la vez tenía la confianza de trabajar con gente muy
buena, como (el director de fotografía mexicano) Rodrigo Prieto, (el
compositor) Alexandre Desplat, y actores muy buenos, que me dieron
seguridad".
Affleck, que también produce la cinta junto a George Clooney, rodó "a propósito" con aires setenteros, respetando algunas imágenes reales de documental, y minucioso como es, los años 70 están hasta en el último detalle.
La editorial RBA ha aprovechado el interés que ha despertado el tema a raíz de la película y ha editado Argo, una novela escrita por el protagonista real de los hechos y el autor del best seller 'El Rito', Matt Baglio.
Fuente: 20minutos.